El Salón de Plenos del Parlamento es un elemento identificador de la actividad. No obliga al reconocimiento explÃcito del lugar -aunque lo represente- sino a su relación con la labora parlamentara y de vocación de servicio público.
La elección del Salón de Plenos como marca identificadora lleva, de forma inequÃvoca, a pensar en dinamismo. Prescindiendo de la representación de un elemento arquitectónico que solo habla del emplazamiento del Parlamento y se refiere a tiempos pasados.Â
De esta manera, estamos creando un sÃmbolo sin prejuicios históricos que permite el desarrollo de aplicaciones simples y rotundas, de gran valor comunicacional. Un sÃmbolo con referencias visuales más actuales para la nueva denominación de la institución.